Las empresas automotrices en China están creando una nueva generación de autos eléctricos más grandes, más avanzados a nivel tecnológico y más competitivos, un síntoma de que podrían adelantarse todavía más a sus rivales globales conforme redoblan sus exportaciones a todo el mundo.
Este año, las decenas de empresas automotrices que operan en China planean poner a la venta 71 nuevos modelos impulsados por baterías eléctricas. Muchos modelos nuevos tienen capós más altos para exhibir una apariencia más atrevida y más espacio de almacenamiento. Los autos tienen llantas más grandes que mejoran el frenado. Los asientos son más gruesos y cómodos. Las baterías son cada vez más pequeñas, potentes y rápidas a la hora de recargar.
Los cambios buscan que los autos sean más atractivos para los clientes en China y más competitivos en el extranjero. Junto con los autos híbridos enchufables, los autos eléctricos de batería les están quitando ventas a los autos de gasolina y a sus fabricantes.
Estas autorizaciones muestran el afán del gobierno chino por impulsar el desarrollo de los vehículos autónomos, que son considerados fundamentales para la competitividad futura de la industria automovilística. La tecnología es más suitable con los autos eléctricos de batería que con los híbridos enchufables o los de gasolina y las empresas chinas intentan alcanzar el nivel de Tesla, compañía que lidera la innovación en estos sistemas.
En Estados Unidos, la función de conducción autónoma de Tesla, llamada Autopilot, ha sido objeto de una serie de investigaciones gubernamentales sobre seguridad. Sin embargo, en China, los reguladores y el público en normal tienden a considerar que la tecnología es más segura que depender de conductores humanos.
Las automotrices chinas han invertido mucho en software program de asistencia al conductor. Un auto eléctrico “se está convirtiendo en un robotic sobre ruedas”, comentó Frank Wu, vicepresidente de diseño en Jiyue. La empresa es un proyecto común entre Zhejiang Geely, una automotriz china, y Baidu, una de las principales firmas de inteligencia synthetic de China y socia de Tesla en sus labores en favor de la autoconducción en China.
Mejores baterías y costos cada vez menores respaldan el impulso chino hacia los autos eléctricos. CATL, con sede en el sureste de China y el principal fabricante mundial de baterías para autos eléctricos, anunció la semana pasada en el Salón del Automóvil de Pekín que una carga de 10 minutos de su batería más reciente produciría una autonomía de 595 kilómetros. Una carga completa de 30 minutos daría una autonomía de 997 kilómetros, señaló la empresa.
Alcanzar estas distancias implica una química y una ingeniería de una alta precisión extrema y “colocar cada nanopartícula en el lugar adecuado”, explicó Gao Huan, director de tecnología de la división de autos eléctricos de CATL.
Los avances han logrado que las empresas automotrices utilicen baterías más pequeñas, con lo que se libera espacio dentro de los autos, o que mantengan la batería del mismo tamaño y logren una mayor autonomía.
Gran parte del espacio adicional se usa para tener asientos traseros más amplios con más espacio para las piernas.
“Vamos a darle más énfasis al asiento trasero: queremos hacerlo más atractivo”, afirmó Wang Tan, director normal de diseño de XPeng Motors, un fabricante chino de autos eléctricos.
Los fabricantes de vehículos eléctricos solían priorizar que los autos fueran lo más ligeros posible, porque el peso es lo más importante para la distancia que pueda recorrer un auto antes de necesitar una recarga. Pero, las baterías más potentes permiten que los vehículos eléctricos sean más altos y pesados.
Las automotrices chinas también están adoptando diseños con más bordes, como el sedán Denza Z9GT de colour verde azulado que BYD mostró en la exhibición. Se están alejando del aluminio, ligero pero costoso, y están fabricando autos con una mayor proporción de aleaciones de acero más pesadas, pero más baratas.
Según Stefan Sielaff, vicepresidente de diseño world de Geely, los paneles de aluminio de la carrocería deben ser más curvados y no permiten las líneas más afiladas posibles con un regreso al acero. El efecto busca que los autos sean más impactantes conforme la moda automotriz se aleja de las formas redondeadas de los autos eléctricos previos.
Tanto en China, como en el extranjero, los clientes son cada vez más exigentes. Muchos compran híbridos enchufables en vez de autos impulsados solo con baterías, aunque los mercados para ambos siguen creciendo en China.
No todos los autos eléctricos del salón de Pekín son más grandes y espaciosos. Xiaomi, un fabricante chino de teléfonos inteligentes baratos, presentó su primer auto eléctrico, el sedán deportivo SU7. La empresa tecnológica incursionó en el mercado automovilístico, un paso que Apple ha meditado durante años sin darlo.
Por fuera, el SU7 es casi idéntico a un Taycan eléctrico de Porsche. No obstante, cuesta menos de una quinta parte del precio de un Taycan, el cual en China oscila entre 140.000 y 275.000 dólares.
A Lei Jun, director ejecutivo de Xiaomi, lo siguió una multitud de admiradores mientras recorría el salón de automóviles.
En su discurso de presentación del SU7, derrochó confianza, aunque expresó su preocupación por uno de sus rivales. “Excepto Tesla, no parece haber casi nadie mejor que nosotros”, afirmó.
Los ejecutivos chinos del sector automovilístico expresan todo el tiempo una mezcla de respeto y temor hacia Tesla, una automotriz que no presentó ningún auto nuevo en la exhibición. La semana pasada, Tesla anunció una caída del 9 por ciento en sus ventas y del 55 por ciento en sus ganancias en el primer trimestre de este año y planea despedir a más de una décima parte de sus empleados en todo el mundo, el equivalente a 14.000 personas.
En contraste, las automotrices occidentales consolidadas van rezagadas en la conducción autónoma y tienen dificultades para ponerse al día con los autos eléctricos.
General Motors y Ford Motor han perdido gran parte de su participación de mercado en China en los últimos cinco años. Ford presentó el auto más comentado en el Salón del Automóvil de Pekín en 2020, el Mustang Mach-E eléctrico. Sin embargo, problemas administrativos provocaron retrasos de más de un año en la producción y eso disminuyó el interés del público.
Este año, Ford decidió enfatizar Mustangs muy distintos, equipados con enormes motores de gasolina V-8 de cinco litros y cuatro tubos de escape.
Bill Russo, exdirector ejecutivo de Chrysler China y precise consultor de la industria del automóvil eléctrico en Shanghái, afirmó que Tesla se había convertido en el único contendiente fuerte de Estados Unidos en el mercado de los vehículos eléctricos.
“Si alguna vez murieran, todo el mercado de los vehículos eléctricos moriría con ellos en Estados Unidos”, afirmó.
Li You y Joy Dong colaboraron con la investigación.
Keith Bradsher es el jefe de la corresponsalía de Pekín del Times. Antes fue jefe del buró en Shanghái, Hong Kong y Detroit, y corresponsal en Washington. Ha vivido e informado en China continental durante la pandemia. Más de Keith Bradsher